lunes, 15 de diciembre de 2008

ABÚ NUWAS HONRA SUS DEBERES CONYUGALES

A Abú Nuwas le encantaba recordar anécdotas. "Cuando yo era joven -nos dijo un día- me enamoré hasta el tuétano de un joven de Basora y, estaba como poseído de un ardiente deseo de cortejarlo. Una vez, me tropecé con él en el Mirbad, donde solían reunirse los filósofos. Le rogué que cediese a mi pasión." Si éste es en verdad vuestro deseo, dijo "hallad primero una de esas astutas cantantes tan diestras en su oficio y haced que me reciba". Precisamente entonces acertó a pasar por allí una joven de atractivas formas y él exclamó: "Ahí tenéis una. Precisamente una así quiero. ¿Estáis listo?" Salté y no pude evitar colocar mi mano sobre el brazo de la mujer. Ella empezó a chillar inmediatamente, pidiendo socorro. Se reunió enseguida una multitud que nos rodeaba. Se alzaron algunas manos para agarrarme. Mientras tanto, el joven se había distanciado y le pude ver, no demasiado lejos, intentando contenerse la risa. Tuve que recurrir a todo mi repertorio de argucias para salir de aquel mal paso.

No hay comentarios: